Si se caia y lloraba, yo lloraba con él y me recriminaba no haber estado al lado, con el segundo si se cae te acercas le ayudas a levantarse mientras le dices "aupa! Que eso no es nada"
Se dormía en mis brazos, esterilizaba hasta el último chupete (biberones no usó) no le dejaba que le tocasen sin antes lavarse las manos, de hecho prácticamente no dejé que lo cogieran. Al primero le permites ciertas cosas para que no llorare, con el segundo estás tan acostumbrada al llanto que cuando dices "no" es "no" y además añades "y llora todo lo que quieras"
Y todas y cada una de las decisiones que tomé me sirvieron para crecer como mama y darme cuenta, que sobraban muchas cosas... Pero necesitaba hacerlas y yo misma me di cuenta sin que nadie me dijera que ciertas cosas había que cambiarlas. El segundo es un mundo diferente, es inevitable los gritos en casa con otro jugando en casa todo el día. No hay horarios ni de baños ni siestas, todo depende de lo que tarde el mayor en acabar. Dejas que le cojan en brazos sólo para descansar un rato. Los cambios de pañales no son tan frecuentes "por un poco de pis... luego le cambio", si algo se cae al suelo no lo esterilizas depende de donde estes o lo lavas bajo el grifo o te lo metes en la boca y lo "lavas"
Sabes que vas a pasar mucho tiempo sin dormir 3 horas del tirón asi que asumes que vas a estar cansada e incluso coges el día con más energía, porque con el primero cuando el dormia tu aprovechabas para dormir... pero ahora cuando el segundo duerme aprovechas para jugar con el primero. Pero todo esto lo he conocido yo solita. Asi que.... Cuando eres primeriza, permitete equivocarte y que te lo permitan los demás. El ser primeriza no es ser tonta, es ser inexperta, pero todo se aprende.
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Hasta el próximo post!!
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